domingo, 4 de enero de 2015

En qué creo (y III)


Creo que el universo y todxs nosotrxs pertenecemos a una dinámica de creación y de sentido, que algunos conocemos como "Dios Padre todopoderoso". La verdad, como decía el otro día, a mi me gusta más nombrar a esta dinámica como "divinidad todocariñosa". Creo que es una divinidad que está dentro de cada uno de nosotrxs y dentro de cada ser y elemento del universo. Creo que es una divinidad de la que todxs y todo formamos parte.

Creo que la divinidad es tan cercana como un padre cariñoso lo es para sus hijxs. Porque no es un ente exterior y etéreo, sino que está en nuestro interior, a nuestro alcance. Forma parte de cada unx de nosotrxs. Y nosotrxs formamos parte de él/ella. Y si en algún momento llegamos a ser conscientes de esta presencia, nosotrxs también somos todopoderosxs. Para llegar a esta presencia, el único lenguaje, el único medio posible, es el del amor. En la divinidad todocariñosa no hay discurso lógico y racional. Sólo hay palabras de amor, que surgen del corazón y van al corazón. Palabras que pueden parecer inconexas y sin sentido. Pero que cobran todo su significado con la mirada del amor.

Creo que a lo largo de la historia, los hombres y las mujeres han intentado expresar esta presencia de muchas formas. Y creo que la mayoría de las veces sólo han expresado su humanidad limitada con una profunda discapacidad amorosa. Creo que lxs únicxs que han acertado en su expresión de la divinidad son lxs místicxs de todos los tiempos y de todas las religiones. Muchas veces lo han hecho desde el silencio y desde la oscuridad. Muchas otras desde el misterio o la paradoja. Siempre desde el amor que les ha unido a toda criatura.

Creo pues en el amor, y en el silencio, y en la oscuridad, como signos de la plenitud.

Y siento un agradecimiento profundo por todo lo que he vivido y me queda por vivir. Y me siento unido a todos los hombres y mujeres, muchas veces unido con un profundo dolor por lxs que sufren y los que causan sufrimiento. Pero sé que algún día todxs y todo llegaremos a la Plenitud. Amén.

1 comentario:

  1. Me parece que estas tres partes de este impresionante y clarificador Credo, basado en el Amor de Dios y consideraciones acerca del Evangelio y el Catecismo me parecen de una claridad meridiana, sobretodo a los que hemos dedicado muchos años a estudiar a lo Unico Importante que es Jesús y todo lo relacionado conEl esta en los Evangelios, concuerdo plenamente con los artículos y me identifico con sus enunciados. "Al final seremos juzgados por el amor", dice el Mistico exepcional de Juan de la Cruz.
    Un abrazo de agradecimiento.
    René Espejo Silva

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